Los talentos que ponen en práctica sus habilidades blandas son más buscados por las compañías y su impacto al generar soluciones es mucho más efectivo.
En esta época en la que la tecnología crece y va redefiniendo al mercado laboral, en la industria IT este fenómeno se da por una doble vía: por un lado, se producen los cambios que trae la innovación tecnológica, y por el otro también las herramientas que digitalizan al resto de los sectores.
Es por esto que en esta industria los skills técnicos cumplen un rol fundamental, pero deben estar acompañados por habilidades blandas, porque éstas son el puente para generar un buen clima de trabajo. Facilitan la comunicación con otras áreas, clientes y proveedores; promueven soluciones creativas ante nuevos y viejos problemas, y facilita la actualización constante que todos los roles demandan hoy.
Muchos creen que, por ser talentos especializados en temáticas STEM, los profesionales de la industria IT no necesitan de estas habilidades, pero es todo lo contrario: cuando un candidato reúne en su persona tanto hard como soft skills está combinando lo mejor de ambos mundos.
Además, hay que resaltar que, como los expertos aseguran, estas habilidades blandas son las que más escasean en estos días. Y, aunque todos dicen que pueden entrenarse, también reconocen que son mucho más difíciles de desarrollar cuando las personas no las tienen de modo natural y que trabajar en ellas implica un gran compromiso para llegar a buenos resultados.
Las habilidades buscadas
Por todo esto, en su libro En sus marcas, listos… ¡empleáte!, Mónica Flores Barragán, presidente de ManpowerGroup para Latinoamérica, enumera las 10 habilidades que más requieren las empresas hoy:
- Accountability, confiabilidad y disciplina: es la responsabilidad individual que se adopta con compromiso y proactividad, rigiéndose por valores para tener un mundo más transparente.
- Resiliencia, tolerancia al estrés y adaptabilidad: ser flexible ante nuevos contextos, formas de trabajo, de aprender, convivir, vender y comprar, para poder superar adversidades de manera exitosa.
- Toma de iniciativas: dejar de esperar a que alguien más te diga qué hacer. Asumir el control, decidir e iniciar nuevos proyectos e ideas. No se trata de una habilidad exclusiva de los emprendedores.
- Razonamiento, resolución de problemas: evaluar los diferentes escenarios y consecuencias de posibles acciones.
- Liderazgo e influencia social: abarca varios aspectos como generar confianza, escuchar activamente, hacer las preguntas correctas y dar retroalimentación asertiva.
- Pensamiento crítico y análisis: ser metódicos, usando la razón para crear insights.
- Colaboración y trabajo en equipo: no se trata sólo de tener amigos, si no de acercarse a actores que nos permitan llegar a nuestros objetivos personales y profesionales.
- Creatividad: generar ideas disruptivas.
- Learnability: es la capacidad y el deseo de aprender continuamente y adaptar rápidamente las aptitudes y competencias propias para seguir siendo empleables conforme pasa el tiempo.
- Curiosidad: Es el apetito de conocer más, cuestionando e investigando.
Una buena manera de saber si se tienen estas habilidades blandas es acceder a sesiones de coaching. Además, otros promueven programas de mentoring, para que los líderes puedan ir traspasando sus experiencias y así ir formando a los más jóvenes con herramientas de liderazgo adecuadas a lo que el mercado pide en la actualidad, sobre todo en un contexto laboral tecnológico en constante auge.