Incorporar nuevos conceptos a lo ya aprendido es hoy una de las skills más valoradas.
Con un mercado laboral participando de una dinámica cada vez más acelerada, los talentos deben poder incorporar rápidamente conceptos que se sumen a lo que hoy se necesita para sostener la empleabilidad. A esto lo denominamos LEARNABILITY, una habilidad que se volvió esencial para estar a la altura de lo que la economía 4.0 demanda.
Como lo mencionamos, se trata de la capacidad para aprender nuevas habilidades a lo largo de la vida con la finalidad de permanecer empleable a largo plazo. Con esto no solo se muestra la capacidad de una persona para no dejar de aprender nunca, sino también su curiosidad y disposición para ir hacia lo nuevo. Esta última parte es fundamental, ya que mostrará cuán flexible y proactivo es el perfil del colaborador.
En un inicio, esta habilidad estaba muy ligada a las áreas de IT y digitalización; sin embargo, en el escenario actual no hay industria ni profesión que escape a necesitarla, ya que todas están transformándose completamente e incluso transitando en caminos que están aún descubriendo.
Por ese motivo, es preciso que los talentos aprendan y desarrollen tanto habilidades técnicas como blandas, ya que esta combinación les permitirá trabajar mejor en equipo, tener una comunicación más fluida con sus compañeros / clientes e impulsar la creatividad en todos los aspectos. Lo mejor de todo esto es que aplica a todas las generaciones, permitiendo que todos y todas se adapten al nuevo entorno.
Desarrollar learnability también impacta en cómo los colaboradores ven a las empresas, ya que estarán atentos a qué nuevas características va tomando el negocio y cómo prepararse para dar la respuesta que el mercado requiere.
Por último, es necesario que tanto las organizaciones como sus colaboradores estén abiertos a los cambios, porque así podrán, incluso, adelantarse a lo que el mercado vaya demandando.