Con más de seis meses de aislamiento social, muchas personas empiezan a manifestar un cansancio mayor que años anteriores en estos meses. ¿El por qué? La superposición de tareas laborales, domésticas y parentales.
Desde que comenzó la pandemia, más del 30% de los colaboradores han tenido que ser maestros, empleados, padres y/o cuidadores, todo a la par con sus jornadas de trabajo. Y es que con los cambios de horario y las clases virtuales, poder equilibrar todos los roles que desempeñamos a diario se volvió un verdadero reto para más de uno.
Esto se puede ver en el informe de ManpowerGroup: Lo que los trabajadores quieren. De este modo, queda en claro que la falta de preparación para poder enfrentar esta crisis y el repentino cambio de hábitos en todas las familias e instituciones demandó mucho esfuerzo y energía para generar una adaptación activa al cambio.
A su vez, el estudio resalta las bondades que los colaboradores le atribuyen a cada espacio:
Lugar de trabajo:
- Nos permite separar trabajo y hogar.
- Es un espacio para socializar y colaborar con colegas.
- Allí hay menos distracciones, y el equipamiento suele hacer más cómoda la jornada.
- Nos evita el tiempo y las incomodidades del traslado.
- Permite pasar más tiempo con la familia.
- Podemos hacer el trabajo en momentos adecuados.
Y en consecuencia, qué esperan del futuro:
- Existirán más opciones de trabajo remoto para conseguir un mejor equilibrio entre la casa y el trabajo.
- En este contexto, es imperativo para las empresas estar junto a sus colaboradores. Es por esto que los departamentos de Recursos Humanos se están convirtiendo en expertos en bienestar, defensores del equilibrio y asesores educativos.
Ahora es el momento de repensar la forma en que las personas trabajan, son reconocidas y recompensadas, especialmente con los padres y particularmente con las mujeres, quienes todavía realizan la mayoría de las actividades domésticas y de cuidado en muchos hogares.