Con las soft skills como algo esencial, estos referentes necesitan tener una comunicación efectiva y contar con empatía para gestionar los equipos.
Tiempo atrás el conocimiento bajaba desde las cabezas de la compañía y llegaba en cascada a toda la estructura, hasta las posiciones de menor rango. Hoy, ese modelo quedó atrás, ya que la fortaleza se encuentra actualmente en los equipos y sus integrantes, siendo los(as) líderes, sobre todo los(as) digitales, quienes tienen un nuevo rol: gestionar esas fortalezas y hacer que cada integrante del equipo de lo mejor de sí.
Entonces ¿Qué habilidades deben tener estos(as) líderes digitales?
- Empatía: Esta es una de las principales skills porque los(as) líderes deberán promover el engagement entre los(as) colaboradores(as) y hacerlo, muchas veces, sin haberlos conocidos presencialmente. A su vez, deberán ser lo suficientemente observadores(as) para detectar, por ejemplo, a través de la pantalla si alguno de los integrantes del equipo está pasando por un momento complicado y no lo comunica.
- Ser el ejemplo: Es importante que los(as) líderes muestren a sus equipos que abrazan la libertad y la autonomía, y así animarlos(as) a hacerlo también. Cada integrante debe sentirse empoderado(a) para tomar decisiones, incluso cuando está solo(a) frente a su computadora. A su vez, los referentes deben tener un profundo autoconocimiento, para que así puedan tener un comportamiento equilibrado.
- Comunicación: Al encontrarnos trabajando a distancia, es muy importante que las tareas se expliquen de la forma más clara posible, así como dar a conocer a cada integrante lo que se espera de él o ella. Esto establece una base de seguridad que beneficia al desarrollo de los equipos.
- Inteligencia: Con esto no solo nos referimos a armar estrategias productivas, sino también tener una inteligencia emocional que le permita a los(as) líderes sostener la motivación de sus colaboradores(as).
- Humildad: Como mencionamos previamente, el líder ya no es solo la suma de conocimiento. Por ello, debe poder reconocer si sus colaboradores(as) son mejores en determinados aspectos, para dejarlos(as) crecer y aprovechar esa fortaleza en beneficio del equipo y de la compañía.
Por último, es importante mencionar que los(as) líderes no escapan a un factor fundamental de estos días: estar abiertos(as) a la adaptación constante.