En el Mes Internacional de la Mujer, las empresas tienen frente a ellas la gran tarea de encontrar el modo para sumar propósitos que estén en sintonía con lo que las mujeres quieren de sus trabajos.
En épocas en que la escasez de talento es uno de los principales puntos de dolor para las organizaciones, es preciso que éstas empiecen a tomar nota sobre cómo mejorar la atracción de los candidatos, especialmente de las candidatas. Por eso, el Mes Internacional de la Mujer es una excelente oportunidad para repensar cómo fortalecer la marca empleadora teniendo en cuenta qué necesitan las trabajadoras para sentirse incluidas y escuchadas por sus empleadores.
Sabemos que la pandemia nos enfrentó a una reinvención del trabajo, sobre todo para las mujeres. Esto significa que ellas descubrieron gracias al home office que hay modelos laborales mucho más flexibles, y que no afectan su productividad. Además, ellas quieren poder elegir en qué tipo de proyectos sumarse y seguir un propósito que esté alineado con sus valores.
Luego de haber atravesado la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, las personas de todos los roles, desde quienes se desempeñan en la línea de producción hasta quienes hacen home office, exigen cada vez más flexibilidad, salarios justos y más autonomía. Estos tres atributos no son considerados ya beneficios, sino que se les toma como un derecho ganado. Lo esencial se redefinió para talentos y organizaciones.
Esto, por supuesto, incluye e impacta a las mujeres que ya están insertas en el universo laboral, y también a las candidatas que están evaluando qué hacen las empresas para atraerlas.
Agenda actualEn este sentido, las mujeres son claras al comunicar qué buscan de una compañía:
De acuerdo con nuestro último Estudio “The Great Realization”, sobre tendencias en el mundo del trabajo y qué buscan los talentos para prosperar, el 45% de las trabajadoras aseguró que quieren poder tener la capacidad de elegir las horas de inicio y finalización de sus jornadas laborales, el 36% desea tener más días de vacaciones y también el 35% desea más opciones de trabajo totalmente flexibles. Estos son los 3 factores de flexibilidad laboral más importantes para las mujeres.
A esto hay que agregar poder acceder a una cultura de confianza. Este punto se convertirá en un beneficio neto para atraer y retener talento, así también como para involucrar a equipos remotos. De aquí en adelante, la propuesta de valor del empleado tendrá prioridad.
Expectativas versus realidad
Ahora bien, hemos descrito qué quisieran tener las mujeres como compensación por trabajar para las organizaciones; sin embargo, esto parece no verse reflejado en el día a día de la mayor parte de ellas.
En nuestro último informe, vemos que el 51% de mujeres indicó que se encuentran menos optimistas acerca de las perspectivas de sus carreras que antes de la pandemia. Pero esto no es todo, el 57% planea dejar su trabajo actual dentro de los próximos dos años.
Por todo esto, poder generar un employee experience para las mujeres que esté acorde a sus expectativas es hoy la prioridad para las firmas que no quieran quedarse afuera de la gran transformación que hoy comienza a gestarse.